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Diseñar una agenda preparada para la colaboración

Por Hélène Lesterlin
Resumen

Formular las preguntas adecuadas y utilizar herramientas de planificación de eficacia probada pueden marcar la diferencia a la hora de elaborar una agenda.

Al planificar el orden del día de un encuentro o reunión, es fácil centrarse en lo que podríamos llamar "entregables". Hacemos una lista de todas las cosas de las que queremos hablar o que se hagan, las ordenamos y suponemos que hemos elaborado un orden del día suficientemente bueno.

Sin embargo, esto pasa por alto una verdad poco apreciada: cómo El desarrollo de la reunión y las sensaciones que transmita a los asistentes influirán profundamente en lo que puedan conseguir juntos.

Sin esa intención adicional, puede que termine su agenda en un tiempo récord y al levantar la vista se encuentre sin la energía colectiva que esperaba inspirar. O lo que es peor, puede encontrarse con un grupo de asistentes alienados y desconectados.

Las palabras de Tema Okun, de dRworks (Dismantling Racism Works), llamaron nuestra atención a este respecto. En un artículo sobre la cultura de la supremacía blanca, escribió:

Cuando existe un conflicto entre el contenido (el orden del día de la reunión) y el proceso (la necesidad de las personas de ser escuchadas o comprometidas), prevalecerá el proceso (por ejemplo, puede que se apruebe el orden del día, pero si no se ha prestado atención a la necesidad de las personas de ser escuchadas, las decisiones tomadas en la reunión se verán socavadas y/o desatendidas).

Todos hemos estado en esas reuniones: el orden del día domina, nadie escucha realmente ni tiene espacio para contribuir, y alguien dicta los términos y las tareas hasta que la reunión termina por fin. Aunque puede resultar eficaz, a menudo no es realmente constructivo ni fortalece al grupo. 


Le proponemos una serie de herramientas de planificación del orden del día que le ayudarán a diseñar una reunión en la que la apertura, la transparencia y la equidad sean los elementos centrales.

Un orden del día bien diseñado puede sentar las bases de una reunión en la que se consigan los resultados necesarios y se cumpla el objetivo, igualmente importante, de fomentar una colaboración sana.

Al planificar una agenda, empezamos con una pregunta relativamente sencilla:

  • ¿Qué necesitamos conseguir (hacer, aprender o decidir) durante esta reunión?

Como ya hemos dicho, si bien es cierto que es necesario esbozar estos entregables, no es suficiente. Ignorar el proceso puede llevarnos a situaciones en las que creamos haber cumplido nuestros entregables, pero el trabajo compartido del grupo no avance. 

Por lo tanto, también tienes que tener claro tu proceso: ¿tu forma de mantener el espacio propicia el resultado que esperas? Esto requiere que des un segundo paso y diseñes una reunión que esté preparada para suscitar la contribución de los demás, una reunión con un objetivo claro y una estructura que guíe tu facilitación (consulta nuestro post sobre facilitación participativa para obtener ideas sobre cómo hacerlo).

Priya Parker, que escribió El arte de reunirEl Presidente de la Comisión Europea, José Luis Rodríguez Zapatero, habla a menudo del potencial transformador de reunir a la gente para ofrecer una reunión que realmente haga honor a su propósito. En nuestro caso, al preparar el orden del día, queremos centrarnos en las cuestiones clave que impulsan el establecimiento del orden del día para asegurarnos de que estamos diseñando los mejores resultados para nuestras colaboraciones. 

A la hora de diseñar tanto el propósito de la reunión como el tipo de experiencia que se desea crear, recomendamos prestar atención a un conjunto diferente de preguntas que abordan esta idea de "proceso":

  • ¿Qué sentirán, necesitarán y esperarán los miembros del grupo?
  • ¿Qué podemos hacer en esta reunión para responder a dónde estamos ahora mismo y fortalecer nuestro grupo?

Creemos que las agendas pueden ser una herramienta para crear un mapa que permita tener claro el "contenido" y, al mismo tiempo, dar prioridad al "proceso" para llegar al destino deseado para la reunión. Al establecer el orden del día, pretendemos alcanzar nuestros objetivos logísticos y proporcionar un momento valioso de construcción de propósitos y acciones colectivas.

HERRAMIENTA: Planificación de la agenda

Planificar una agenda en 3 pasos: 

  1. Afinar el propósito de la reunión:
    • ¿Hacia dónde nos dirigimos? Determinar un conjunto de resultados para la reunión (lo que tenemos que hacer, aprender o decidir)
    • ¿Cuál es nuestra intención? Establecer colaboración objetivos (qué tipo de experiencia pretendemos crear para honrar lo que los miembros del grupo puedan estar sintiendo, necesitando, esperando y para fortalecer al grupo)
  2. Elabore el orden del día:
    • ¿Cómo lo conseguiremos? Planifique los procesos, los puntos del orden del día y estructure el tiempo en función del doble objetivo de la reunión (resultados y colaboración). 
    • Nos gusta utilizar un formato de orden del día que incluimos en el Plantilla de planificación de la agenda - siéntase libre de hacer una copia y modificarla para sus propias necesidades y propósito de grupo.
  3. Determinar las funciones necesarias
    • ¿Quién guiará el viaje? ¿Quién desempeñará cada función? La claridad sobre las funciones durante la reunión es un paso necesario. Tenemos otro post que se centra en Nombrar funciones para que lo compruebes.


Plantilla de planificación de la agenda: Esta plantilla ofrece un formato que facilita la reflexión sobre cada uno de estos pasos. El orden del día puede hacer que los objetivos y los procesos sean transparentes y explícitos, lo que es importante para compartir el liderazgo y el poder, y para dirigir una reunión productiva y que conecte. 

Recursos recomendados

El arte de reunir por Priya Parker

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Colaboradores

Hélène Lesterlin, GWI

Hélène se inspira en lo que puede ocurrir cuando la creatividad, la colaboración y la claridad se unen. Trabaja para iluminar narrativas que cambien nuestra perspectiva y comprensión, y ayuda a personas y proyectos alineados con la Transición Justa a pasar a la acción.



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