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No somos Recursos Humanos

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de Hélène Lesterlin, con Susan Grove

No somos recursos humanos. De hecho, ni siquiera queremos imaginarnos como "recursos". 

Generalmente, el término "recursos humanos" evoca algo para ser utilizado, o utilizado arribaen lugar de evocar alguienun ser humano de espectro completo. Es análogo a reducir la diversidad y la amplitud del mundo natural al término "recursos naturales", que transmite la idea de que el mundo natural es algo de lo que extraer valor, minar, convertir en productos, tirando los detritus una vez que hemos terminado. Todo ello huele a mentalidad económica extractiva.

No, en lugar de eso, nos vemos como un grupo comprometido de personas unidas por una misión común. Cada uno aportamos nuestros puntos fuertes (y débiles), con confianza y cuidado, y desarrollamos juntos nuestras capacidades al servicio de una organización más justa y eficaz. 

Aspiramos a crear una cultura del trabajo que aproveche nuestras energías colectivas para hacer un buen trabajo y que permanezca atenta a lo que necesita cada persona para presentarse y contribuir plenamente, sin dejar de cuidarnos como seres humanos. Para ello, hemos experimentado con el desarrollo y la aplicación de políticas que apoyan la cultura y los valores que queremos alimentar.

¿Cómo encontrar el camino hacia políticas laborales que se alineen con esta visión de un equipo y de una organización? No es tarea fácil ir contra la corriente de las prácticas y políticas genéricas de RRHH. Lo hacemos paso a paso, inspirándonos en organizaciones progresistas de todo el país, como la Centro Jurídico para las Economías Sostenibles. Hemos encontrado y analizado planteamientos existentes, y los hemos ajustado a nuestras necesidades. 

Las áreas que hemos tocado hasta ahora con este trabajo de reimaginar radicalmente los RRHH incluyen:

  • Prácticas de contratación
  • Transiciones (por ejemplo, ascensos o cambios de funciones)
  • Compensación
  • Resiliencia ante los conflictos y políticas de compromiso
  • Revisiones anuales utilizando la rendición de cuentas y la retroalimentación entre iguales (por ejemplo, marcos de retroalimentación 360).
  • PTO abierto, transparente e ilimitado
  • Desarrollar un proceso para ver, nombrar y aceptar nuestros diversos estilos de trabajo.
  • Crear acuerdos de trabajo compartido

Al imaginar un camino a seguir en cada una de estas áreas, hemos empezado con aportaciones del grupo hacia un proceso o política articulados, cuya elaboración se basa en nuestras ideas y en investigaciones externas. Después hemos iterado hasta llegar a una versión que aprobamos y aplicamos. Por último, nos damos permiso y tiempo para volver la vista atrás sobre nuestros procesos y políticas una vez que los hemos vivido durante un tiempo para analizarlos y ajustarlos. Consideramos estas políticas y prácticas como enfoques vivos, tan vivos como nosotros (bueno, no del todo) y, por tanto, potencialmente modificables con el tiempo.

Es emergente y todavía parece nuevo, pero sentimos que estamos empezando a ver los frutos de nuestro trabajo, a medida que nos acercamos al segundo aniversario de la transición a una organización sin ánimo de lucro autodirigida por los trabajadores. Al compartir parte de nuestro viaje aquí y en futuros posts, esperamos abrir la conversación sobre cómo nuestros enfoques de RRHH pretenden alinearse con la Transición Justa y cómo todo surge y apoya nuestro liderazgo compartido. Con cada experimento, aprendemos lo que nos funciona y lo que no, y también vemos el efecto dominó de nuestro compromiso mutuo en el diseño de un lugar de trabajo equitativo, saludable y alegre.

Tenemos un post anterior en esta serie sobre confianza radical que merece la pena revisar teniendo en cuenta este contexto de los asuntos de RRHH. La confianza radical es una base importante para nuestro trabajo, como grupo de personas que practican el liderazgo compartido. Cuando entramos en el territorio de los RH, significa que nos esforzamos por crear políticas, estructuras, experiencias y resultados que se apoyen mutuamente como colegas, que profundicen en nuestras capacidades para colaborar eficazmente y que centren la equidad y los principios democráticos. Este proceso de perfeccionamiento de nuestro funcionamiento más eficaz como colectivo se asienta firmemente sobre el terreno de la confianza radical. Mantener la confianza nos sirve de norte y refuerza nuestro sentido de la solidaridad y el cuidado mutuo.

Lanzamos esta serie de artículos y reflexiones en septiembre de 2019 para compartir nuestro viaje de pasar de una organización sin fines de lucro jerárquica tradicional a una organización sin fines de lucro autodirigida por los trabajadores. Esperamos que al abrir esta transición pueda ayudar a otros a dar los primeros pasos para compartir el poder en sus lugares de trabajo.

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