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Elefantes y aspiraciones

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por David McCarthy

Con la pandemia, todos hemos estado en un periodo de cierto grado de aislamiento y reflexión. Quizá hayamos aprendido algunas cosas sobre nosotros mismos. En mi caso, especialmente hasta mediados del verano de este año, he estado muy cerca de casa. Resulta que tengo tres grandes áreas de disciplina personal -a saber, el estudio y la práctica espirituales, la práctica musical y mi trabajo de investigación intelectual y escritura-, cualquiera de las cuales podría ser una ocupación a tiempo completo. Me gustaría poder decir que mi reclusión de los últimos tiempos se debe exclusivamente a mi devoción a ese trabajo personal continuo, pero inevitablemente es una mezcla de eso y de cobardía básica. A mis 66 años, me encuentro en un grupo de alto riesgo. He evitado cosas que probablemente habría hecho de otro modo, como participar en las manifestaciones de Black Lives Matter. Me he retirado de todo compromiso con la comunidad, excepto de mi trabajo con la Hudson Valley Current.

Mi principal proyecto en este periodo de pandemia/cuarentena ha sido trabajar en un libro sobre justicia económica. De hecho, ¡quiero escribirlo con mayúsculas! Justicia económica. ¿No es ese el elefante en el salón?

Aunque llevo leyendo, pensando y escribiendo sobre economía desde los años noventa, este trabajo sobre la justicia económica me ha llevado a las raíces de mi propio pensamiento y al de los pensadores sobre la justicia en general, tanto históricos como más recientes. Empecé a trabajar en el libro hace unos dos años, cuando tuve algunas ideas sobre posibles cambios estructurales en las relaciones entre capital, trabajo, dinero y crédito que podrían crear más justicia económica. En resumen, era un libro de economía para empollones, destinado posiblemente al -por decirlo educadamente- "público limitado" de mi primer libro, Dotación Civil: La transformación del poder económicoatraído.

En todo caso, las ramificaciones económicas de la pandemia, unidas a la conmoción social simultánea y al despertar en torno a la injusticia racial, hacen que la justicia económica sea hoy una parte cada vez más visible de la conversación pública. Espero estar a la altura de las circunstancias con mi libro, adentrándome en temas como la renta básica universal, las reparaciones para los descendientes de la esclavitud y las perspectivas del localismo y las pequeñas empresas. Baste decir que espero profundizar en la conversación.

Aunque vivo principalmente en un mundo algo enrarecido de estudio intelectual y creatividad, me siento honrado de formar parte de lo que creo que es un proyecto muy importante sobre el terreno en nuestra región: el Corriente del Valle de Hudson. Formamos parte del movimiento mundial en torno a las monedas locales. Junto con nuestra moneda insignia, tenemos nuestra propia publicación llamada Medios de subsistenciay una campaña denominada Saciar el hambreque es toda una faceta integrada de la organización relacionada con la alimentación. Estoy orgulloso de las importantes contribuciones que hemos hecho hasta ahora durante la pandemia, y este mes inauguraremos nuestra nueva sede y cocina comunitaria en el 630 de Broadway, en Midtown Kingston.  

Si no conoces la Corriente, espero que la conozcas, y si la do lo conocen pero no lo utilizan, espero que lo hagan. Utilizar la corriente para el intercambio local tiene indudables ventajas para particulares y empresas, pero también beneficios tangibles para nuestra comunidad local. Es cierto que requiere un poco de aprendizaje y cambios en los patrones habituales para desbloquear esos beneficios. El mero hecho de hacer el esfuerzo de utilizar la Corriente podría ser una forma sencilla de practicar el liderazgo en este momento de la historia. Diseñamos la Corriente para momentos como éste.

¿Cuáles son mis esperanzas y aspiraciones en este momento? Quizá pueda formular algunas de ellas como preguntas. Como dice uno de mis lamas tibetanos favoritos, Ponlop Rinpoche: "La sabiduría no es una respuesta; la sabiduría es una pregunta".

Así que aquí va:

¿Empezaremos a tomarnos en serio los cambios estructurales positivos, en lugar de limitarnos a esperar volver a la normalidad?

Alcanzaremos una nueva calidad de sinceridad y decisión en nuestro debate y aplicación de, por ejemplo, los cinco principios de Transición justa.

Y otro elefante: ¿superaremos al menos algunos la "mentalidad burguesa"? ¿Qué quiero decir con la mentalidad burguesa? Me refiero a la mentalidad de centrarse en uno mismo en lugar de en la comunidad, en mantener u obtener el privilegio al que estamos acostumbrados (o que creemos que nos corresponde) sin preocuparnos demasiado por los demás ni por las implicaciones más amplias para la sociedad. Es una mentalidad materialista y convencional. Hay tantas cosas que, como estadounidenses, damos por sentadas. Y, por cierto, cuando hablo de mentalidad burguesa, no significa que yo no la tenga. La tengo, pero trabajo para verla en mí mismo y alejarme de ella, y lo que es aún más importante, para hacer una contribución que ayude a cambiar las cosas para todos nosotros de cara al futuro.

Más preguntas: ¿Cuál es nuestra capacidad de atención a las nuevas ideas e iniciativas? ¿Cuál es nuestra apertura a las dinámicas y conversaciones incómodas en torno a la agitación social?

¿Y vamos a olvidarnos de la crisis climática porque hay otras dos crisis muy reales que se están produciendo al mismo tiempo?

Y por último, ¿qué significa liderazgo en este momento concreto?

En cuanto a mis propias aspiraciones, espero estar a la altura de los retos planteados en las preguntas anteriores. En particular, espero ser un poco menos cobarde a la hora de "salir ahí fuera" con mi trabajo y con cualquier contribución que aún pueda hacer. Por último, pero no por ello menos importante, espero veros a muchos de vosotros, mis queridos amigos de la comunidad activista, en vivo y en directo, ¡y más pronto que tarde! 


David McCarthy ha participado en activismo en ámbitos como la sostenibilidad, la economía local y el movimiento de Ciudades en Transición desde finales de la década de 1990. Es cofundador y Presidente del Consejo de La corriente del valle del Hudson. Estudioso de la economía desde hace mucho tiempo y académico independiente, es autor de Dotación Civil - La transformación del poder económicoy fundador/organizador de la Meetup de Nueva economía en Hudson Valley. Vive en Uptown Kingston desde 1999.


Los puntos de vista y opiniones expresados en esta entrada de blog son los de su(s) autor(es) y no reflejan necesariamente la política o posición oficial del Good Work Institute ni de ninguna otra agencia, organización, empleador o empresa. Y puesto que somos seres humanos de pensamiento crítico, estas opiniones están siempre sujetas a cambio, revisión y replanteamiento en cualquier momento. Por favor, no responsabilice a nadie de ellas a perpetuidad.

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