Claudia cultiva la tierra y elabora medicinas, cultivando una relación íntima con el paisaje y las personas que conforman su entorno. Es organizadora comunitaria y facilitadora profesional en resolución de conflictos, practicando la mediación transformadora y la justicia restaurativa, con el objetivo de desarrollar alternativas holísticas a las prácticas de aislamiento punitivo, ya sea la suspensión, el encarcelamiento u otras formas de exclusión social e institucional. Claudia ha conocido y amado el Valle de Hudson toda su vida y siente un amor feroz por sus bosques, montañas y pozas. Ha sido una mediadora natural desde la infancia y recuerda haber defendido a compañeros de clase y familiares desde una edad muy temprana. En su vida adulta ha estudiado y aprendido mucho sobre las plantas y las personas y las formas en que se entrecruzan, ya sea a través del crecimiento, el amor, la curación, la opresión, la identidad o la conexión. Vive en Milan, Nueva York, en un bosque mixto de dos hectáreas y un huerto de manzanas.