No es una Primavera Silenciosa

Esta semana, la luz aporta una sensación de energía y esperanza, al tocar las montañas purpúreas con sus millones de brotes y hojas aún sin formar que esperan la señal para salir. La savia corre, los gansos vuelan hacia el norte (los he oído por la noche, ¡pensaba que sólo volaban de día!), los narcisos ya miden veinte centímetros de altura y las campanillas de invierno, delicadamente colgantes, merodean junto a las últimas nieves ocultas en las sombras. Vivo lo bastante cerca de la naturaleza como para darme cuenta de estas cosas. ¿Cuándo florecerá la forsitia? Pronto.

¿Habría sido más fácil si la avalancha de decretos hubiera llegado ahora, en lugar de en la época más oscura y fría del año? Hasta 1933, el día de la toma de posesión se celebraba el 4 de marzo, un momento mucho más apropiado para marcar los nuevos comienzos. Pero en aras de una transición más rápida, menos "pato cojo" y más rapidez de acción, se trasladó. Este año nos pareció especialmente cruel pedirnos que nos moviéramos tan deprisa, que procesáramos lo que estaba ocurriendo en un momento en el que aún necesitábamos hibernar.

Hace unos días, temprano por la mañana, me dirigí al faro de Saugerties. Un águila calva desafió a la gravedad planeando lentamente hasta un árbol alto y desnudo. El aire estaba cargado de cantos de pájaros. No era Primavera silenciosa. ¿Por qué pude escuchar esta magnífica cacofonía? La regulación federal de las tecnologías contaminantes y la inversión en tecnología limpia; la protección federal del medio ambiente; y la financiación federal de la investigación que nos ayuda a intentar comprender las complejidades e interdependencias de las ecologías de las que dependemos, y los parajes naturales que nos restauran. Ahora mismo, décadas de política medioambiental están siendo echadas atrás, en cuestión de semanas.

 Así pues, al entrar en esta estación de renovación, al realizar rituales para desprendernos de lo viejo, deseo que todos demos un paso valiente hacia la alerta, la acción, la alegría y la conexión. Únete a GWI en los próximos meses mientras seguimos ofreciendo foros para el debate y el aprendizaje, talleres reforzar las habilidades necesarias para una nueva forma de trabajar juntos, y un compromiso continuo para celebrar la belleza de este mundo que amamos al tiempo que lo protegemos, y nos protegemos unos a otros, de cualquier daño.